El documento «Crianza y la NEM en Educación Inicial» aborda la importancia de la crianza compartida y su relación con la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en el ámbito de la educación inicial. Se destaca la importancia de crear ambientes afectivos y educativos para el desarrollo integral de niñas y niños de 0 a 3 años, y el papel fundamental que desempeñan las familias en este proceso. La propuesta de la NEM busca promover prácticas de crianza respetuosas, cariñosas y compartidas, que garanticen el bienestar y el desarrollo integral de los infantes, así como acompañar a las familias en la reflexión y mejora de sus prácticas de cuidado.
El documento resalta un aspecto crucial de la educación inicial: la estrecha relación entre la escuela y las familias en la crianza de niñas y niños. La propuesta de la NEM se basa en un enfoque humanista que busca fortalecer las capacidades afectivas y educativas de los agentes educativos y las familias, propiciando un entorno que promueva el respeto, la dignidad y la ausencia de malos tratos. Este enfoque es valioso porque reconoce que la educación inicial no es solo responsabilidad de las instituciones educativas, sino también de las familias, promoviendo un trabajo colaborativo que beneficia el desarrollo integral de los niños.
Sin embargo, uno de los desafíos que plantea esta propuesta es su implementación en diversos contextos. No todas las familias cuentan con los recursos o el tiempo para participar activamente en las actividades escolares o en la reflexión sobre sus prácticas de crianza. Además, los agentes educativos podrían enfrentar dificultades para lograr una participación equitativa de todas las familias, especialmente en comunidades marginadas. A pesar de que se promueven ambientes ricos en experiencias, no se abordan en profundidad las estrategias concretas que los docentes pueden utilizar para involucrar a familias con dificultades sociales o económicas.
Los docentes pueden utilizar las orientaciones del documento para fortalecer su papel como mediadores entre la escuela y las familias, promoviendo un enfoque de crianza compartida y afectiva. Al integrar las experiencias y saberes de las familias en el trabajo diario con los niños, los docentes pueden crear un ambiente educativo que refleje y valore la diversidad cultural y social de las familias que atienden. Además, pueden utilizar los insumos sugeridos, como el Currículo Nacional de Educación Inicial y los cuadernillos de apoyo, para diseñar actividades que fortalezcan el vínculo entre el hogar y la escuela.
Para implementar de manera efectiva estas prácticas, los docentes deben fomentar el diálogo continuo con las familias, ayudándolas a reflexionar sobre sus prácticas de crianza y proporcionando estrategias prácticas que puedan mejorar el bienestar de los niños. También es crucial sensibilizar a las familias sobre la importancia de la participación masculina en la crianza, tal como se sugiere en algunos de los insumos adicionales, lo que contribuirá a una distribución más equitativa de las responsabilidades de cuidado.
El documento atiende áreas cruciales como la importancia de la educación inicial, el fortalecimiento de la crianza compartida y la creación de ambientes afectivos y respetuosos. Sin embargo, quedan pendientes desafíos relacionados con la implementación de estas propuestas en comunidades vulnerables y la necesidad de proporcionar más herramientas concretas a los docentes para involucrar a las familias de manera efectiva. Asimismo, se podría profundizar en estrategias que aseguren una participación equitativa de todas las familias, independientemente de sus circunstancias sociales o económicas.
Descarga el documento en el siguiente enlace:
http://gestion.cte.sep.gob.mx/insumos/docs/2425_s2_orientaciones_Tema5.pdf